Potaje de judias con cardos

Hoy toca comida saludable y rica en fibras. Un potaje de judías solo con cardos y hortalizas. No lleva grasa animal, por lo que el plato resulta ligero, y los cardos le aportan un extra de fibra vegetal, por lo que es un plato muy recomendable, además de sabroso y muy rico

Por Ana Publicado: mayo 15, 2014

Hoy toca comida saludable y rica en fibras. Un potaje de judías solo con cardos y hortalizas. No lleva grasa animal, por lo que el …

Preparación

  1. Las judías se ponen a remojo la noche anterior, para hidratarlas.
  2. Se pone al fuego una olla con las judías cubiertas de agua. En una sartén se pone un poco de aceite para hacer un sofrito con la cebolla y los ajos muy picaditos.
  3. Mientras se pocha la cebolla, se cortan los pimientos en brounois y se incorporan a la olla. Cuando la cebolla está empezando a tomar color, se añade también a la olla. Por último se añaden los cardos troceados.
  4. Si son cardos naturales, se lavan y limpian de hilos duros y se trocean. En esta ocasión he utilizado un tarro de cardos en conserva, de manera, que solo los he troceado y los he añadido a la olla una vez escurridos.
  5. Cuando las judías empiezan a hervir, se añade un poco de agua para parar el hervor y "asustarlas", esto se repite un par de veces más. Luego se deja hacer a fuego lento hasta que las judías estén tiernas, procurando que no se queden sin caldo. Por último se pone un poco de sal, de deja hervir unos minutos y listo para servir.
  6. Como todos los platos de legumbres, está mucho mas rico de un día para otro, y también como todos los platos de legumbres es perfecto para llevar en el tupper.
Espero que os guste

4 comentarios en “Potaje de judias con cardos

  1. Pedro del Toro 14 de mayo de 2014 a las 23:00 h.
    Muchas graçias Ana, no tengo ni idea de lo que puede pasar, pero intentaré descubrir, si no, con imagens deformadas o no, continuaré su fiel seguidor ya que desde que mi querida mamá Dolores, cocinera muy talentosa e grande saber gastronómico se fue en enero pasado, con la bonita edad de 91 años no me queda otra Mamá para me transmitir su saber de los misterios de los fogones. Saludo muy amigo y agradecido desde Lisboa, Pedro

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