Preparación

1. Se empieza separando las claras de las yemas. En un bol, se baten las yemas con 250 g de azúcar. Se reservan 50 g para añadir a las claras montadas, y hacer así el merengue mas firme.
   
2. Cuando está bien batido, se añade la mantequilla, que de be estar a temperatura ambiente, muy blandita, para poder integrarla bien. Se bate con una pala o unas varillas hasta que queda integrada.
   
3. Se añade la ralladura de dos limones y el zumo de uno, y se sigue batiendo. Sobre la masa se tamiza la harina mezclada con el polvo de hornear, y se bate lo justo para integrarla, no importa si queda algún grumito, porque en el horno desaparecerá.
   
4. Se montan las claras a punto de nieve. Cuando empiezan a montarse, se añade el azúcar que teníamos reservada. Se va añadiendo sin dejar de batir hasta conseguir un merengue firme.
   
5. A mi me gusta añadir el merengue en tres tandas, se pone una tercera parte y se mezcla bien con la masa, de este modo se aligera y resulta mas fácil añadir el resto de claras con movimientos envolventes.
   
6. Se engrasa un molde con mantequilla, se forra con un disco de papel de hornear en el fondo, y se vierte la masa. Mi molde es de 24 cm de diámetro. Se hornea a 175º durante unos 35 minutos 0 hasta que al pincharlo con un palito de brocheta, sale limpio.
   
7. Se deja enfriar sobre una rejilla, y a la hora de servir, se rocía con azúcar glass. Se saca del molde cuando está bien frío.